Manías y costumbres de nuestros perros


costumbres y manias

Los investigadores llevan años intentando dar una explicación a las particulares costumbres y manías que tienen los perros; perseguirse la cola, ladear la cabeza, u olerse el trasero.

Lamer a sus dueños

Uno de los comportamientos más comunes en los perros es que cuando llegamos a casa después de unas horas fuera; además de mover el rabo y mostrarse contentos; nos reciban con lamidos en la cara. Más allá de que algunos lo consideren un tanto antihigiénico, los expertos tienen varias teorías para explicar estos cariñosos lametazos.

El neurocientífico Gregory Berns, por ejemplo, cree que es un comportamiento innato en ellos que procede de sus antepasados salvajes. Todavía hoy, los lobos se saludan lamiéndose los unos a los otros; un saludo con el que pueden saber si el otro ha cazado y si habrá comida esa noche.

Otras de las posibles explicaciones es que estén expresando afecto, un comportamiento aprendido normalmente de sus madres. Finalmente, otros expertos opinan que es una forma de mostrar respeto, reconociendo al dueño como el líder de su particular manada.

Comerse su excremento

Esto horroriza a más de un dueño; ver a nuestros amigos caninos ingieren sus propios excrementos o los de otros canes. Aunque hay quienes afirman que es un comportamiento innato en ellos que en ciertos casos los perros sanos también coman materia fecal; el que practiquen la coprofagia puede ser un signo de un problema de salud.

De esta forma, esta costumbre podría indicar que la mascota pase por un cuadro de estrés, sufra falta de nutrientes o que, en los casos más extremos, y aunque no es lo habitual, tenga otras patologías como una insuficiencia pancreática o diabetes.

Dar vueltas antes de tumbarse

Normalmente, antes de echarse a dormir los perros dan vueltas en círculo para luego tumbarse en el mismo lugar sobre el que estaban girando. Aunque nos pueda parecer extraño, según Leslie Irvine, experta en sociología y comportamiento animal, este particular ritual es innato en ellos desde tiempos prehistóricos cuando sus ancestros salvajes giraban para fabricarse una especie de nido, aplanando la hierba, para poder dormir.

Olerse el trasero unos a otros

Los perros tienen uno de los olfatos más sofisticados del reino animal; su sentido del olfato es de 10.000 a 100.000 veces más preciso que el de los humanos; por este motivo son empleados para tareas como el rescate o la localización de explosivo. Pero… ¿por qué olerse el trasero los unos a los otros? Sencillo, para comunicarse.

Según la American Chemical Society, se trata de una importante comunicación química con la que los perros recolectan información muy valiosa de las características de sus compañeros caninos; su dieta, genero, estado emocional; etc.  Todo esto es posible gracias a dos bolsas llamadas sacos anales que excretan los químicos que los canes utilizan para obtener información y que están situadas a cada lado del anillo anal de los perros.

Su posición para orinar o defecar

Curiosamente, y aunque parezca que los perros se paran en cualquier lado para hacer sus necesidades, cada vez que eligen un lugar adoptan una posición muy concreta; alineando espontáneamente el cuerpo con respecto al campo magnético de la Tierra.

Aunque no se conoce todavía el motivo, los científicos sí que han sido capaces de comprobar; tras monitorizar a 70 perros de 37 razas distintas durante 1.893 defecaciones y 5.582 micciones; que en condiciones calmadas de campo magnético prefieren excretar con el cuerpo en alineación con el eje norte-sur del planeta y evitando siempre el eje este-oeste.

El movimiento de su cola

En el 2013 los científicos de la Universidad de Trento descubrieron que el movimiento de la cola del perro significa algo más que moverla porque están contentos de ver a su dueño o de encontrarse con uno de sus congéneres.

Según sus conclusiones, publicadas en la revista Current Biology, si la cola del animal apunta hacia la derecha significa que siente emociones positivas; pero si lo hace hacia la izquierda las emociones que está experimentando son negativas. Esto demostraría que los perros tienen cerebros organizados asimétricamente, en los que los lados derecho e izquierdo juegan diferentes roles.

Persiguiendo su propia cola

Que un perro intente atrapar su propia cola, un pasatiempo bastante habitual en algunos de ellos, podría ser un comportamiento que remite a sus antepasados cazadores. Aunque los perros ya no viven de forma salvaje, habrían mantenido sus instintos, por lo que cuando una cola en movimiento aparece en su campo de visión no pueden dejar de perseguirlo. También puede suceder que, simplemente, sientan escozor.

Sin embargo, cuando esta costumbre se vuelve insistente es cuando comienza el problema. Una persecución excesiva de su apéndice podría indicar que el perro padece una versión canina del trastorno obsesivo compulsivo.

Mi perro «corre» dormido

¡Esto es debido a que los perros sueñan!!

Según algunos investigadores, sus ensoñaciones tienen los temas propios de su especie: la persecución de pájaros y gatos, los juegos con otros perros o una tarde corriendo libres en el parque serían algunos de ellos. Es por este motivo que muchas veces cuando sueñan, sean grandes o pequeños, les vemos mover sus patas como si quisieran correr tumbados.

¡Ve por la pelota!

Hay una historia de amor en los perros y las pelotas; cada vez que se les lanza una no pueden evitar perseguir ese objeto en movimiento. ¿Por qué? Una vez más la respuesta está en sus genes; los perros salvajes usan la carrera para cazar y cuando nuestros perros ven algo pequeño moverse; rebotando y cambiando de dirección como lo haría una presa pequeña, su instinto natural les dice que deben perseguirlo y darle caza.

Cabecita inclinada

Hay veces, cuando les hablamos a nuestros perros, ellos inclinan la cabeza hacia un lado y nos miran fijamente a los ojos. ¿Están tristes? ¿Nos intentan comunicar algo? En este caso los expertos tienen varias teorías.

Mientras algunos creen que lo hacen con el objetivo de escucharnos mejor, otros como Steven R. Lindsay, autor de Handbook of Applied Dog Behavior and Training, opinan que los canes adoptan está posición porque intentan entender y buscan palabras familiares o un tono que asocien con una recompensa.

En cambio; Stanley Corren basándose en un estudio que él mismo llevó a cabo pidiendo la colaboración de dueños de perros; afirma que los perros ladean la cabeza para ver mejor a sus dueños.

Finalmente, también puede ser nosotros hayamos tenido algo que ver a la hora de convertirlo en costumbre; ya que no podemos negar que nos encanta verlos; y muchas veces reforzamos el comportamiento cuando los vemos hacerlo.

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