La Etología es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales humanos y no humanos; un etólogo canino es el profesional que estudia, previene, diagnostica y trata problemas de comportamiento de perros.
Cuando los perros presentan problemas de comportamiento y ya pasaron por chequeo veterinario descartando que el origen sea hormonal, neurológico u otra causa orgánica; es momento de acudir a un etólogo.
Además de los cuidados físicos, la salud mental de las mascotas es importante.
Es importante que, al momento de buscar a un etólogo canino; este cuente con una profesión de base relacionada con psicología, biología, zoología, medicina veterinaria y/o zootecnia. Hay muchas personas haciéndose pasar por etólogos y solo son aficionados; esto podría traer consecuencias en el comportamiento de tu ejemplar y lo que se busca es y mejorar su calidad de vida.
Las señales que da un perro para que se busque un etólogo canino son por general agresividad; ladrido en exceso; volverse destructivo con sus cosas y de la casa; hacer sus necesidades donde tiene prohibido; empezar a mostrar temor o ansiedad por separación, demostración de algun TOC como perseguir y morder su cola.
Si no sabes cómo encontrar un etólogo, lo más recomendable es acudir a una escuela de adiestramiento y etología; pedir la recomendación de un veterinario de confianza; de alguien que haya pasado por la misma experiencia y puedas ver los resultados o acudiendo a las facultades de medicina veterinaria de las universidades.
Un adiestrador canino no es lo mismo que un etólogo canino; el adiestrador entrena a un perro, el etólogo te dice por qué tu perro tiene cierto comportamiento y te da consejos para cambiar ese comportamiento en base a sus conocimientos.
La gran mayoría de los problemas de comportamiento que sufren los perros son consecuencia de una mala educación; la falta de socialización desde cachorro o las ténicas de castigo que pueden provocar la aparición de problemas graves de conductas.
Sin embargo, existen perros con evidentes problemas sociales o mentales y no son capaces de tener un comportamiento normal, y esto no permite una educación por parte de sus propietarios; en todos estos casos, la figura del etólogo se vuelve indispensable.
El etólogo debe ser capaz de hacer un diagnóstico de los problemas del perro al mismo tiempo que te explica el por qué; y propone un tratamiento a seguir. El etólogo debe trabajar siempre de forma presencial, por esto, si alguien te ofrece educarlo a distancia o te da un presupuesto sin analizar a tu ejemplar, te está timando.
Algunos de los problemas que trabaja un etólogo son: Estereotípias, agresividad, miedo, coprofagia, estrés, ansiedad por separación, celos, socialización, posesividad.
Existen casos graves (como por ejemplo los perros utilizados para pelea). Éstos casos graves van a necesitar más tiempo; a veces años para recuperarse y es que la psicología canina es un tema complejo, como ocurre en el caso de las personas.