Los hematomas del oído, también son conocidos como Otohematoma, Hematomas Auriculares o Hematomas Aurales; ocurren cuando la sangre se acumula en el pabellón auricular de la oreja.
Las orejas se componen de piel, cartílago y piel, con algunos vasos sanguíneos. Si se rompe un vaso sanguíneo dentro de la oreja del perro, lo mas probable es que se acumule sangre entre el cartílago y la piel, produciendo un hematoma, por situarse en la oreja se conoce como Otohematoma.
Síntomas y tipos
Los hematomas del oído se caracterizan por una hinchazón del pabellón del oído. En la mayoría de los casos, solo una oreja se verá afectada. Sin embargo; es posible que ambos oídos tengan hematomas. La hinchazón puede afectar toda la oreja o puede cubrir solo en una parte de ella.
Causas
Normalmente se producen por un rascado excesivo de orejas de nuestro perro. La causa más común es una infección del oído u otra irritación dentro del oído, la cual puede ser resultado de una mala limpieza en las orejas de nuestro perro. Una mala «encartuchada» tambien puede causar molestias en las orejas y desencadenar en un intenso rascado.
Las infecciones del oído causan irritación en el oído, lo que produce una sacudida de la cabeza que a su vez causa el desarrollo del hematoma.
Es menos frecuente que lo produzca una dermatitis, una enfermedad alérgica de la piel, los trastornos inmunes o los déficits de coagulación sanguínea también pueden ser la causa de los hematomas del oído.
Una colisión en la oreja con otro perro, un árbol o cualquier otro medio, puede ocasionar también este problema.
Diagnóstico
Los otohematomas generalmente se diagnostican mediante un examen físico.
Tratamiento
Existen muchos tratamientos diferentes para los hematomas del oído. El líquido dentro del hematoma puede drenarse, pero es probable que el hematoma reaparezca y deba repetirse esto numerosas veces. Muchos veterinarios prefieren operar el hematoma y drenar el líquido bajo anestesia. En la mayoría de los casos, se coloca un drenaje en el oído para evitar que se acumule líquido adicional dentro del colgajo o; alternativamente, se pueden colocar suturas u otros dispositivos a través del pabellón de la oreja para evitar la acumulación adicional de líquido y la recurrencia del hematoma.
Si hay presencia de enfermedad del oído, deberá tratarse simultáneamente.
Prevención
La prevención de infecciones de oído a menudo es efectiva para prevenir la formación de otohematomas. Cuando ocurren infecciones del oído, deben tratarse rápidamente para evitar la formación de un hematoma.
PUNTOS A TENER EN CUENTA EN LA RESOLUCIÓN DE UN OTOHEMATOMA
- Diagnosticar y tratar con prontitud el origen del problema.
- La otohematoma en un alto porcentaje es consecuencia de una otitis no diagnosticada o mal curada.
- No todos los otohematomas se originan en otitis. Puede existir fragilidad capilar o un traumatismo como causa principal.
- Los otohematomas no se solucionan drenando el contenido con aguja y jeringa. Solo se dilata el problema.
- Todos los otohematomas pueden reaparecer si no se retira el contenido a conciencia.
- Para evacuar el contenido se debe realizar una incisión que no tienda a cerrarse con el transcurso de los días.
- Para evitar esto último, lo ideal es retirar una pequeña porción de los bordes de la herida y dejar que cicatricen por segunda intención.
- Se debe proteger siempre la herida, al menos las primeras 48 horas con un vendaje y con collar isabelino, y solo con collar isabelino durante 5 a 7 días (hasta la extracción de los puntos como mínimo) ya que una muy buena cirugía y una técnica impecable, se puede transformar en un fracaso si obviamos los cuidados de enfermería posteriores.
- Con el fin de evitar pérdidas de irrigación y colapso de los vasos principales, se debe tener en cuenta que la posición de los puntos siempre debe ser paralela al eje longitudinal de la oreja, y la tensión debe ser la mínima necesaria para mantener la piel interna en contacto con el cartílago.